Dementes en MANRESA

El viaje a Manresa empezó como empiezan siempre: alguien llega tarde y hay que esperarle. No obstante parece ser que nos dejamos a uno en tierra pero no lo juraría. Durante el viaje Kalimotxo en cantidad y como reacción inmediata a todo esto la gente se meaba y teníamos que parar cada cierto tiempo a mear. ¿Y si no parábamos? Pues a la botellita (solo que hay alguno que no tiene mucha puntería). En una de las paradas ocurrio algo de un surrealismo tal que si Buñuel lo filmara le tomarían por loco pero no pienso contarlo aquí ya que a alguno/a se le caería la cara de vergüenza.
Gracias a Dios el kalimotxo se acabó pronto y gracias a esto pudimos llegar a Manresa (al paso al que íbamos no hubieramos llegado en décadas). Tras pasar por varios peajes llegamos a nuestro destino. Como alguno había cantado durante buena parte Manresa era una ciudad bastante fea. Antes del partido unos kalimotxos (que fueron dificiles de conseguir ya que no había forma de ponernos de acuerdo). Aparecieron dos chicas de la Penya que se vinieron con nosotros. Unos kalis y al pabellón donde se nos oyó bastante 8y nos dieron unos pastelitos muy majos). A la salida ocurrió lo que suele ocurrir siempre solo que se nos acoplaron un par de enanos con pinta de nazis que daban mucha pena los pobres. De ahí a cenar y luego al bus a sobar (los que podían). Y el autobusero nos puso en plan de nana La Roca que como todo el mundo sabe es una película que al no tener explosiones deja dormir bien.
El señor autobusero merece capitulo aparte y es que era un suicida que se saltaba las salidas de las autopistas y tenía que ir marcha atras se perdía por el camino y se metía en calles cortadas (casi na').